Después de las tan esperadas vacaciones de verano llegará el decisivo momento en que habrá que invertir en bolsa o esperar a que lleguen mejores momentos en los mercados, es decir, comprar las acciones a precios más bajos, y por tanto con mayor potencial para revalorizarse en las próximas sesiones.
¿Qué hacer?, se preguntan miles de pequeños y medianos inversores que no saben su estrategia para cuando vuelvan a su rutina diaria. Será el momento definitivo para ponerse las pilas y desarrollar su mejor estrategia para obtener ganancias a sus ahorros de cara a lo queda del año, en torno a cuatro meses.
En principio, y en función de la evolución de los mercados bursátiles en estos meses del verano, habrá que estar un tanto a la expectativa, a verlas venir, como se dice coloquialmente. Si los índices con moderadamente alcistas podrá ser la señal definitiva para tomar posiciones ya en los mercados.
De no ser así, no habrá más remedio que esperar unas pocas semanas, y ya en el último trimestre adentrarse definitivamente en la renta variable. No en vano, es un período claramente alcista en los últimos años, en donde los pequeños y medianos inversores han generado amplias plusvalías, muchas de ellas al calor del denominado rally de Navidad, que tiene lugar durante estas entrañables fechas.
De todas formas, la estrategia a emplear puede consistir en empezar por pequeñas cantidades, para posteriormente – y de acompañar los mercados bursátiles – ir realizando nuevas aportaciones hasta completar la cuantía de la inversión. Que en cualquier caso irá en función de la disponibilidad de los ahorradores, y claro está, de su perfil.
Eso sí, la clave residirá en la elecciones de los valores, para lo cual habrá que decantarse con los que mejor aspecto cuenten en ese momento, y con un potencial de revalorización por encima de los acumulados por otra serie de valores que puedan ser objeto de nuestra toma de decisiones. Y en donde una estrategia muy apreciable sería diversificarlos a través de una cartera muy bien diseñada.