Si hay alguna coincidencia entre los principales analistas de renta variable es que este año será el de la bolsa europea. Es cierto es que ya se ha recorrido la mitad de camino, pero aun así, explican los especialistas, es momento para rentabilizar los ahorros a través de este mercado. No en vano, la inyección de liquidez por parte del banco emisor europeo apuntala esta tendencia.
Y dentro de los muchos mercados financieros del viejo continente, es el español uno de los preferidos. Uno de los motivos para avalar esta recomendación reside en el crecimiento de la economía española para todo el ejercicio. No en vano, las estimaciones del Producto Interior Bruto (PIB) es entre el 2,5% y 3%.
Incluso diversos análisis inciden en el importante trasvase de fondos desde la renta variable norteamericana a la europea. Aprovechando la mejora de las principales economías europeas y por las medidas adoptadas por los órganos monetarios, que indudablemente están aupando a las compañías cotizantes en bolsa.
Esta tendencia podrán aprovecharla los pequeños y medianos inversores a través de las compra de acciones en sus mercados. Pero también a través de los fondos de inversión que estén posicionados en este activo financiero. Pueden ser fondos de renta variable, pero también mixtos, para aquellos usuarios con mayor propensión al riesgo, y que les permitirá protegerse de las posibles pérdidas puntuales que puedan originarse en los próximos meses.
La única incógnita para el mercado de renta variable europeo provendrá de noticias no precisamente económica. Y es que los procesos electorales que se desarrollarán en algunos países comunitarios (entre ellos España) añadirán algo de volatilidad e incertidumbre a la evolución de sus principales índices.
Otro elemento de distorsión provendrá de Grecia, y de una posible salida del euro. Aunque ya son varios los analistas que piensan que esta hipotética situación ya está descontada en los precios de las acciones. Pero que en cualquier caso, será un elemento más a tener en cuenta si a partir de ahora los ahorradores se inclinan por la renta variable europea.