Hay diferentes clases de fondos de inversión entre los que los inversores pueden elegir, dependiendo del riesgo que quieran asumir o la rentabilidad que busquen. Algunos de estos fondos están ligados a diferentes índices bursátiles mientras que otros se basan en el mercado inmobiliario, de modo que antes de decidirse por cualquiera es necesario asegurarse del tipo de fondo en el que se va a invertir el dinero con el propósito de evitar en la medida de lo posible que se produzcan pérdidas importantes que acaben por arruinar de manera irremediable a quienes han invertido su dinero.
Los expertos en productos financieros suelen disponer de diferentes fondos de inversión para evitar de este modo que la caída de uno de estos acabe con los ingresos de los que se dispone, cubriendo pérdidas y combinando diferentes maneras de depositar los fondos tanto en productos estables como en otros con mayor volatilidad, los cuales pueden generar grandes dividendos pero también pueden ser la causa de graves pérdidas.
Los fondos de inversión más comunes suelen ser los fondos garantizados, los cuales tienen la rentabilidad más baja pero en cambio ofrecen una garantía para evitar que las cantidades invertidas se pierdan, algo que la gran mayoría de las personas que invierten no pueden permitirse en realidad, pues a veces se consiguen mediante préstamos que hay que pagar.