Irlanda, ¿por qué allí sí salen del hoyo de la crisis?

En la receta para cumplir con los imperativos de Europa, cada país adopta una perspectiva u otra.  Esta semana se aprueban los presupuestos de Irlanda, país que presenta el mayor déficit de toda la eurozona, 8,6% para ser exactos, y si algo destaca es el equilibrio político y la asunción social hacia los recortes, que han tenido que acometer desde que en noviembre de 2010 el país solicitara el rescate.

Austeridad y recortes, es lo que consideran los irlandeses les ayudará a salir de la crisis y cumplir con las obligaciones de Bruselas, por ello acatan y el consenso se hace patente en el debate de sus presupuestos, postura que contrasta con el clima de tensión entre gobierno y ciudadanos que impera en países en similares circunstancias como España y Grecia, dónde pactar unos presupuestos y acometer recortes implican malestar social, huelgas y enfrentamientos entre los partidos políticos. En estos países los recortes no son aceptados y la confianza de los ciudadanos en sus gobiernos es nula, a diferencia de lo que al parecer ocurre en Irlanda.

De ahí que, la aprobación de los presupuestos irlandeses, así como la puesta en práctica de los duros recortes que han tenido que acometer en los dos últimos años, hayan pasado desapercibidos, pues han aceptado y aplicado prácticamente sin problemas las obligaciones europeas.

La aplicación de esta perspectiva nos permite destacar la fluidez con la que el rescate irlandés se está llevado a cabo, lo que desde fuera permite ser juzgado como resignación a cumplir con los recortes, y no sólo por la clase dirigente, sino también en las calles.  Pues aunque las protestas también se han sucedido, lo cierto es que la mayoría sólo aglutinan  unos miles de irlandeses, además de ser pacificas, si las comparamos con Grecia o España.

El ejecutivo irlandés ya ha pronosticado que cumplirá con el objetivo de déficit para este año, cifrado en 8,6% del PIB, que es el más alto de la eurozona, pero que da muestras de una recuperación económica, tras emprender los duros ajustes impuestos, tales como subidas o creación de impuestos, endurecimiento de exenciones fiscales, congelación de pensiones o privatización de buena parte del patrimonio del estado.

Y todo ello, en el más estricto silencio internacional, contrastando con la resonancia de la aprobación de nuestros presupuestos, rescates bancarios y movilizaciones ciudadanas.

Todo esto ha convertido a Irlanda en el ejemplo recurrente de Alemania para demostrar que la austeridad funciona y de que la confianza de los ciudadanos en el gobierno da buenos resultados.  Pero será cuestión de tiempo ver hasta qué punto los nuevos recortes podrán seguir siendo asumidos por los irlandeses y hasta qué punto la austeridad no se convertirá en recortes inadmisibles.

Diferentes recetas para afrontar la crisis

España, Grecia y Portugal son países tan bien asfixiados por los duros ajustes y recortes sociales.  Pero la manera de afrontarlos dista bastante que la que está demostrando el país irlandés, y ello a pesar de que también les toca aprobar uno de los presupuestos más austeros de su historia.

Diferencia que encontramos por una parte, en el consenso de sus dirigentes, pues han llegado a un acuerdo rápidamente para aprobar el próximo miércoles los presupuestos para el próximo año, incluyendo duros recortes para rebajar el déficit.

Y en segundo lugar, en una atenuada tensión social, que contrasta con las revueltas que en los últimos años se han sucedido en países como España y Grecia, así como huelgas generales y manifestaciones masivas, a pesar de que todo el país contenga la respiración ante los nuevos recortes que se les avecinan.

Diferentes recetas para cumplir un mismo objetivo, reducir el déficit, pagar deudas y salir de la crisis.  Austeridad o incitar el consumo, recortar o apostar por lo social, cada país adopta la suya y lo cierto es que todavía es pronto para juzgar quién está acometiendo lo adecuado.

 

 

FinancialRed