Bolsa, ¿puedo contratar otros productos con la renta variable?

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Dentro de la inversión se puede decir que hay más vida más allá de la tradicional compra y venta de acciones en bolsa. Se pueden contratar otros productos, aunque son notablemente más sofisticados y necesitan de la pericia y experiencia de los inversores, ya que son más peligrosos en sus actuaciones.

A través de estos diseños más innovadores las ganancias en nuestras carteras se pueden alargar. Pero mucho cuidado, porque las pérdidas también y de forma muy peligrosa, en donde si las compras no salen como hubiéramos deseado, las aportaciones se reducirán de forma excepcional, y en porcentajes muy amplios.

Por todo ello, si los ahorradores desean optar por uno de estos productos no tendrán más remedio que consultarlo a su asesor financiero, y que éste le indique si es adecuado a sus características como pequeño y mediano inversor. No en vano, se arriesga a pésimas operaciones que puedan lastrar sus cuentas personales.

En cambio, no contempla comisiones especialmente altas si se comparan con las operaciones bursátiles tradicionales. Incluso pueden ser más baratas en algunos casos, y aprovechándose de las ofertas y promociones que promueven los intermediarios financieros para vender estos productos entre sus principales clientes.

Además, pueden servir para aplicarlo en operaciones a la baja, en el caso que los ahorradores piensen que los títulos, sectores o índices van a tomar una corriente bajista en sus precios. Aun a costa de asumir operaciones muy arriesgadas por las implicaciones que tienen estos movimientos, especialmente en los procesos expansivos en los mercados bursátiles.

Los clientes más conservadores pueden optar por los fondos de inversión basados en la renta variable, mientras los más agresivos, por ejemplo, por los warrants, como alternativas a las operaciones bursátiles tradicionales, y que realizan la mayor parte de inversores españoles desde hace muchos años.

Es conveniente que se sepan en qué consisten estos productos financieros, y los riesgos que se derivan de su contratación. No en vano, están confeccionados para un tipo de perfil de cliente muy determinado, y no para todos.