El sector de la alimentación en la bolsa española no es uno de los más representativos, ni mucho menos. Se reduce a unos pocos valores que cotizan en los mercados bursátiles nacionales. Pero que aportan una gran estabilidad a sus accionistas, al no tratarse de títulos excesivamente volátiles.
Se mueven en márgenes mucho más estrechos que en el resto de sectores, y en donde la diferencia de sus mínimos y máximos no es excesiva. Siendo, por tanto, más complicados para operaciones en el mismo días. Precisamente por esta característica es una inversión que está especialmente diseñada para el medio y largo plazo.
Son Día y Ebro los valores más representativos del sector, cotizando ambos en el índice selectivo español. Mientras que otros, de menor capitalización están en el mercado continuo: Deoleo, y Campofrío, principalmente. Su peso específico es de los menos determinantes en la evolución del índice de referencia de la renta variable.
Las grandes empresas de la alimentación que cotizan en la renta variable suelen repartir dividendos a sus accionistas, aunque en una cuantía inferior con respecto a las restantes compañías. Su rentabilidad media ronda el 3%, y de cualquier forma se constituyen en un grupo sectorial sin excesivos sobresaltos. La mayoría es procedente de sus movimientos corporativos, que propician los impulsos al alza de sus precios.
Son precisamente los pequeños y medianos inversores los más proclives a ser receptores de sus propuestas. Buscan una estabilidad en la bolsa, que otros valores no les pueden proporcionar. Más allá de ser una línea de negocio más estable, y que tiende a aportar mayor seguridad a los ahorradores, en detrimento de los títulos más especulativos.
La revalorización de estas compañías no son espectaculares, pero al menos reducen sus pérdidas cuando se generan procesos bajistas en los mercados financieros, tal y como ha ocurrido en los últimos años. Y que en cualquier caso, no desentonaran al incluirlos en una cartera de inversión diversificada y flexible. Y conjuntamente a otros sectores que no deben faltar: bancos, eléctricas, telecos o servicios