Una estrategia para protegerse de las posibles pérdidas en los mercados bursátiles es la diversificar la cartera de inversión de los ahorradores. En vez de decantarse por un solo valor, se puede distribuir el capital disponible entre varias compañías cotizantes. Creando una cesta de acciones que tendrá el objetivo de rentabilizar nuestros ahorros.
Si no somos capaces de elaborar esta estrategia, tendremos la opción de suscribir ciertos productos bancarios que sí incluyen esta actuación. No en vano, algunos depósitos, y por supuesto, los fondos de inversión, aceptan esta propuesta. Y con la ventaja que no tendremos que confeccionar la cesta de inversión, sino que vendrá dada directamente por el diseño suscrito.
Si este no fuese el caso, no habrá más remedio que seleccionar los valores que pensemos que mejor pueden comportarse en los próximos meses. Eligiendo acciones de diferentes sectores, incluso de otros mercados bursátiles. No podemos optar por los valores bancarios, por ejemplo, ya que nuestra protección será insuficiente.
Pueden elegirse entre muchos y diferentes sectores de la renta variables. Tecnológicos, financieros, energías, turísticos, alimentación…, y así llegar como a tantos que cotizan en los mercados. Eso sí, la selección deberá ser óptima, para que de esta forma, se consiga obtener la máxima rentabilidad a nuestra cartera de inversión.
Y cuya proporción irá en función de las expectativas para revalorizarse. Desde este punto de vista, puede crearse una cartera agresivas, o defensiva. Siempre teniendo en cuenta el perfil del cliente, que en cada caso será completamente diferente.
E igualmente podrá confeccionarse con un plazo de permanencia determinado: corto, medio o largo. Y en donde los valores elegidos serán distintos aplicando esta estrategia para la inversión. Incluso tendremos la oportunidad de pedir ayuda a nuestro para confeccionar nuestra cartera de valores, de forma gratuita a través de sus servicios de asesoramiento financiero.
Y que muchas de las páginas web de las entidades contemplan varios modelos de carteras para que sean replicados por sus clientes, y que se renuevan cada cierto tiempo para mejorar la rentabilidad de los valores propuestos.